A las coberturas básicas de hogar que incluye el seguro multirriesgo, se pueden añadir más coberturas opcionales para una protección mucho más completa. Con ellas se conforman pólizas a medida.

Éstas son las principales coberturas de libre elección que puedes encontrar:

• Bienes refrigerados. Cubre las pérdidas o deterioros en alimentos y fármacos destinados al consumo familiar que se encuentren debido al paro del suministro eléctrico o una avería del frigorífico o el congelador.
• Gastos de desatasco. Incluye la cobertura de gastos para desatascar sumideros o arquetas, con un límite establecido.
• Asistencia a mascotas. Cubre la Responsabilidad Civil por daños y ofrece asistencia veterinaria en caso de accidente.
• Restauración estética. Garantiza la igualación estética de áreas afectadas por siniestros, con límites predefinidos.
• Exceso de consumo de agua. Cubre los gastos ocasionados por escapes de agua en instalaciones comunes.
• Placas solares. Incluye la rotura, con cobertura de gastos de transporte, colocación y montaje.
• Todo riesgo accidental. Ampara objetos dañados por causas accidentales no contempladas en el multirriesgo básico, con posibilidad de franquicia.

La elección de un seguro para el hogar a todo riesgo es la opción más idónea si se quiere garantizar una protección integral.

Esto es lo que incluye:

• Todas las garantías contempladas en el multirriesgo básico.
• Entre las coberturas opcionales se hallan la protección contra el uso fraudulento de la tarjeta de crédito o la pérdida de alimentos refrigerados, entre otras.
• Provisión de alojamiento temporal en caso de inhabilitación de la vivienda a raíz de un accidente que impida su ocupación.
• Es fundamental tener en cuenta que, a pesar de la amplitud de las coberturas que ofrece este tipo de seguro para el hogar, existen exclusiones que deben ser conocidas antes de formalizar el contrato.

Vivir en una propiedad alquilada conlleva riesgos que, de no estar debidamente asegurados, pueden traducirse en gastos adicionales en caso de producirse algún incidente. Por esta razón, es recomendable contratar un seguro de hogar incluso en régimen de alquiler.
En general, el seguro de inquilinos no se diferencia del seguro de hogar estándar. La principal diferencia se encuentra en la flexibilidad para ampliar las coberturas según las necesidades específicas de los inquilinos.
Como inquilino, debes priorizar la protección del contenido personal, es decir, la salvaguarda de sus pertenencias, como muebles y ropa. De ocurrir un siniestro que cause daño a estos objetos, la aseguradora cubrirá los gastos de reposición.

Entre las coberturas habituales de este tipo de seguro, se encuentran éstas:

• Responsabilidad Civil. Brinda protección en situaciones en las que un accidente afecte a terceras persona. Puede abarcar daños causados al piso del vecino o incidentes como la caída de una maceta desde el balcón
• Defensa jurídica. Resulta útil a la hora de tramitar reclamaciones o recibir asesoramiento y protección en caso de incumplimiento de contrato con el arrendatario.
• Servicio de manitas. Está pensado especialmente para realizar reparaciones y bricolaje en el hogar.
• Coberturas básicas. Incluye las coberturas esenciales del seguro multirriesgo de hogar: daños por agua eléctricos o contra robo, incendios y explosiones, y rotura de cristales.

Aunque la cobertura del continente de la vivienda es responsabilidad del propietario, existe la opción de contratarla si se pretende agilizar la reparación en caso de siniestro. Esta opción permite recuperar la normalidad sin demoras significativas. Posteriormente, la aseguradora se encargará de gestionar la compensación de responsabilidades con la compañía del propietario.